Semanas atrás se realizaba un mejoramiento de las vías cercanas a los depósitos de Caballito de Ferrobaires. La razón es que ante cualquier inconveniente por el que una formación quedase varada en la zona (descarrilamiento, descalce, etc), teniendo estas vías en condiciones, se podría maniobrar para no interrumpir el servicio.
Más de uno se preguntará: ¿No nos decían que las vías estaban “completamente renovadas”? La respuesta es evidente, más allá del discurso, aún queda mucho por renovar. Esto se nota especialmente en las bajísimas velocidades que toman las formaciones en ciertos trayectos precaucionados y en los cambios de vías, también se puede comprobar a simple vista en las vías laterales de, prácticamente, toda la traza.
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