sábado, 29 de agosto de 2015

Día 110 Diario del juicio de la Tragedia de Once

Tomado de Diario Latitud

“Favicor era la caja de TBA”

Con esta afirmación contundente, se despidió Oscar Fernández perito oficial contable y último testigo del juicio de la tragedia de Once. Mañana empezarán las ampliaciones de las declaraciones indagatorias de los acusados.

El perito oficial de la Corte Suprema de Justicia contó de las dificultades que tuvo que atravesar para realizar el informe pericial contable del caso Once.
-“Cuando comenzó la primera etapa de trabajo pericial, no aparecía la documentación, hasta que nos llevaron a un depósito, donde se encontraba en una bóveda, una montaña de biblioratos tirados y desordenados, algo imposible de clasificar. Había expedientes y biblioratos uno encima del otro, como arrojados “por una pala mecánica” (ejemplificó) era una montaña de dos metros de altura y tres de ancho que estaban amontonados”.

Fernández, se estaba refiriendo a las oficinas de TBA de la calle Dr. Ramos Mejía 1400 en Retiro.
-¿Cómo era la contabilidad de TBA? Le preguntó el fiscal Fernando Arrigo.
-No había ningún control, no estaba discriminadas las líneas Mitre y Sarmiento. En los balances se asignaban gastos como “otros conceptos”, pero esos gastos podían incluir gastos que no fueran del servicio.

El Dr. Leonardo Menghini, de la querella 3 de familiares pidió mostrarle algunos gráficos y cuadros que hacían al informe pericial para que los explicara.
Fernández, describió con un lenguaje coloquial, informal y distendido para que todos entendieran, como se debía llevar una adecuada contabilidad.
-“La contabilidad básica consiste en: registros más comprobantes. Al tener una parte desordenada, impide ver la otra y eso se torna imposible. Y dio un ejemplo: “Es como si usted (le dijo al Dr. Menghini) me diera su agenda de teléfonos con los números pero no con los nombres de a quiénes pertenecen cada uno”. Encontramos 200 planillas donde se asentaban gastos, pero sin los comprobantes. Las planillas estaban sueltas, no estaban numeradas, no sé de donde salieron y no tenían descripción. Y sí TBA no lo hacía, no sé cómo íbamos hacerla nosotros. Y agregó: Nos defraudó que no nos hayan dado más información, dificultaron la tarea de los peritos .Sentenció el contador.
Pero lo más interesante y grave, iba a llegar con el tema del fideicomiso.

Los impecables cuestionarios de las querellas y el ministerio público llevaron al contador a hablar sobre los subsidios.
-¿Puedo explicarnos contador sobre los vínculos entre la concesionaria TBA y la financiera Favicor?
-Sí, como no. “Favicor era la caja de TBA”. Disparó Fernández. Los dos estaban en el mismo piso, casi separados por un escritorio y me atrevería a decir que casi manejados por la misma persona. N. del A. (La firma Favicor era la división financiera del grupo Plaza-Cirigliano) que recibía los fondos directamente del Banco de la Nación Argentina. 

Todos los meses, los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, enviaban la orden de pago de los subsidios al banco junto con la autorización para depositar los fondos en la cuenta 52001-20 que pertenece a Favicor SA. El último pago a Favicor tiene fecha del 2 de marzo de 2012. Y por otro lado, la CNRT debía controlar el servicio de trenes y corroborar el destino de esos fondos.)
-“El fideicomiso recibía un listado de pago de proveedores de TBA y Favicor los pagaba con cheques” no eran dos empresas diferentes, conto el testigo.
-¿Y estaban todos los comprobantes? Preguntó la querella.
-Sí, pero señalamos casos como actividad “agropecuaria” o de “asesoramiento técnicos” donde expusimos estos casos y se los observamos al tribunal, que nos pidió la pericia, para que los analice. Inclusive encontramos una factura de la firma ORIX N° 1472 que presentaba dos domicilios fiscales, uno en la Av. Rivadavia y el otro en la calle Dr. Ramos Mejía, que era el mismo lugar donde trabajamos nosotros haciendo la pericia. Se sonrió el Perito contador.

Los defensores de los imputados salieron de la sala con un saldo negativo, el último testigo del juicio, Oscar Fernández, había desnudado el entramado de la administración contable de TBA. Por el otro lado, las querellas y la fiscalía, que hoy tuvieron un papel fundamental, respiraron airosos por el debate que habían dado. A partir de mañana comenzarán las ampliaciones de las declaraciones indagatorias de los acusados y luego quizás dentro de un mes los alegatos. 

Un rumor muy fuerte corrió hoy por los pasillos de Comodoro Py, donde se hablaba de que el juicio, si dan se dan los tiempos, terminaría a finales de octubre.

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