Tomado de Diario Latitud.
Los testigos de los imputados
El martes 15 de julio se llevo a acabo una nueva audiencia en el juicio por la tragedia de Once. Solo tres testigos expusieron en una jornada que contó con los testimonios de las defensas de los imputados.
El primero en declarar fue Ricardo Pollono, un arquitecto y supervisor de la concesionaria TBA, que trabajó en la renovación de rieles y durmientes entre las estaciones de Caballito y Plaza Miserere de 2,7 kilómetros que empezaron en el 2011 y que continúan hasta el día de hoy.
El 6 de mayo del 2011 Pollono le contaba a la agencia oficial Telam :- "Se reemplaza la vieja vía de durmientes de madera abulonados, por tramos armados previamente con durmientes de hormigón y fijaciones que absorben vibraciones". Estos trabajos se realizaban bajo la gestión del otro imputado y ex Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi .
Pollono fue pedido como testigo por el abogado Martín Clemente, defensor del también imputado Jorge de los Reyes, vicepresidente de TBA.
De los Reyes declaró el 14 de abril en este juicio culpando al maquinista Marcos Córdoba y desligándose de tener responsabilidad alguna de la tragedia del 22 de febrero de 2012. Pero el 9 de mayo de 2012 el juez Bonadio, lo imputa de “integrar un grupo de personas que de manera sistemática y organizada, detentando el control operativo de TBA” contribuyeron al choque y además “la impropia utilización del material rodante, de la infraestructura concesionada, del personal transferido y de los fondos que el Estado Nacional puso a su disposición para -como dice el contrato de concesión- ofrecer un mejor servicio de transporte público ferroviario de pasajeros”.
En síntesis, el testimonio de Pollono no aportó nada al juicio, tampoco le sirvió a la defensa del vicepresidente de TBA Jorge de los Reyes.
El otro testigo Cristian Grimalt, el 22 de febrero era el coordinador de TBA y estaba a cargo de las novedades del servicio de la policía .Tampoco aporto muchos datos sobre la política de seguridad de la empresa.
Por último declaró Romina Paola Oliva Ballestero, hija de Laura Ballestero integrante del directorio de TBA y única mujer imputada de los 29 que tiene la causa.
En mayo del 2012 ante el juez Bonadio , Ballestero se escudó tras su hija ya que ésta viajaba en el último vagón del chapa 16.
En la declaratoria del 14 de abril de este año la mujer, de 53 años y ama de casa, al ser consultada por los jueces acerca de si iba a hacer uso de su derecho a declarar, dijo que iba a hacer unas “aclaraciones”. Enumeró que el día de la tragedia su hija viajaba en la formación accidentada y que fue atendida en la guardia del hospital Británico de Buenos Aires. Y enseguida aclaró que si hubiera sabido que el tren no era seguro, no hubiera dejado ir a su hija ahí. Más allá de su testimonio Romina Ballestero que trabaja en la oficina de prensa de TBA no sufrió las consecuencias que padecieron los que murieron o resultaron gravemente heridos aquel día.
Las audiencias por ahora siguen y no habrá feria durante el mes de julio.
El primero en declarar fue Ricardo Pollono, un arquitecto y supervisor de la concesionaria TBA, que trabajó en la renovación de rieles y durmientes entre las estaciones de Caballito y Plaza Miserere de 2,7 kilómetros que empezaron en el 2011 y que continúan hasta el día de hoy.
El 6 de mayo del 2011 Pollono le contaba a la agencia oficial Telam :- "Se reemplaza la vieja vía de durmientes de madera abulonados, por tramos armados previamente con durmientes de hormigón y fijaciones que absorben vibraciones". Estos trabajos se realizaban bajo la gestión del otro imputado y ex Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi .
Pollono fue pedido como testigo por el abogado Martín Clemente, defensor del también imputado Jorge de los Reyes, vicepresidente de TBA.
De los Reyes declaró el 14 de abril en este juicio culpando al maquinista Marcos Córdoba y desligándose de tener responsabilidad alguna de la tragedia del 22 de febrero de 2012. Pero el 9 de mayo de 2012 el juez Bonadio, lo imputa de “integrar un grupo de personas que de manera sistemática y organizada, detentando el control operativo de TBA” contribuyeron al choque y además “la impropia utilización del material rodante, de la infraestructura concesionada, del personal transferido y de los fondos que el Estado Nacional puso a su disposición para -como dice el contrato de concesión- ofrecer un mejor servicio de transporte público ferroviario de pasajeros”.
En síntesis, el testimonio de Pollono no aportó nada al juicio, tampoco le sirvió a la defensa del vicepresidente de TBA Jorge de los Reyes.
El otro testigo Cristian Grimalt, el 22 de febrero era el coordinador de TBA y estaba a cargo de las novedades del servicio de la policía .Tampoco aporto muchos datos sobre la política de seguridad de la empresa.
Por último declaró Romina Paola Oliva Ballestero, hija de Laura Ballestero integrante del directorio de TBA y única mujer imputada de los 29 que tiene la causa.
En mayo del 2012 ante el juez Bonadio , Ballestero se escudó tras su hija ya que ésta viajaba en el último vagón del chapa 16.
En la declaratoria del 14 de abril de este año la mujer, de 53 años y ama de casa, al ser consultada por los jueces acerca de si iba a hacer uso de su derecho a declarar, dijo que iba a hacer unas “aclaraciones”. Enumeró que el día de la tragedia su hija viajaba en la formación accidentada y que fue atendida en la guardia del hospital Británico de Buenos Aires. Y enseguida aclaró que si hubiera sabido que el tren no era seguro, no hubiera dejado ir a su hija ahí. Más allá de su testimonio Romina Ballestero que trabaja en la oficina de prensa de TBA no sufrió las consecuencias que padecieron los que murieron o resultaron gravemente heridos aquel día.
Las audiencias por ahora siguen y no habrá feria durante el mes de julio.
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