Las obras de remodelación de esta estación comenzaron allá por mediados de 2015, luego se paralizaron, con el tiempo se volvieron a retomar un poco las actividades y desde hace mas de un año las obras han vuelto a quedar totalmente paralizadas. El año pasado publicamos una nota en donde se podía ver que la estación no contaba con luminarias, los baños se encontraban clausurados y vandalizados, los accesos totalmente informales, no hay boleterías ni esta allí el jefe de estación, la falta de desagües hace que la zona adyacente a la estación se inunde cada vez que llueve y como anécdota los carteles nomencladores con información errónea. Hoy en día la postal es exactamente la misma, como si se hubiese congelado en el tiempo. Los vecinos de La Reja nos hicieron llegar varios comentarios sobre la odisea que es tomar un tren en esa estación.
Lo que sucede con la estación La Reja no es un caso aislado, esta misma situación puede aplicarse a casi todas (por no decir a la totalidad) de las estaciones que comenzaron a ser remodeladas en los ramales diésel (tanto en el Moreno-Mercedes como en el Merlo-Lobos) y hasta el día de la fecha están a medio terminar. Como usuarios del Sarmiento esta situación nos da pena porque el tren es la única posibilidad de viaje que tienen todos los habitantes de los pueblos mas lejanos de la Capital Federal y el servicio que se les brinda a esa gente es paupérrimo en todos los sentidos.
Ojalá los funcionarios tomen conciencia y en vez de despilfarrar un tendal de dinero en una obra, nefasta e inútil como el soterramiento lo inviertan en optimizar la infraestructura ya existente, El sarmiento sigue mas allá de Moreno.
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