El ministro de energía Juan José Aranguren y ex CEO de Shell, solicitó limitar el uso de aire acondicionado en los transportes públicos. Constituyéndonos, los usuarios, de esta forma en la variable de ajuste.
Nosotros nos preguntamos si alguna vez ha viajado en el Sarmiento en horario pico, si es consciente que estos aires acondicionados muchas veces fallan y hay coches que si no estuvieran conectados a otros donde si funciona se convertirían en calderas, o si cree que mantener una temperatura fija sin tener en cuenta otros factores atmosféricos como la humedad es lógico.
También nos preguntamos, ¿No hay otras maneras de ahorrar energía que no impliquen el sudor de los usuarios? Por ejemplo, apagando las luces de las estaciones una vez concluido el servicio. O incluso mejor, cambiando las luminarias de todas las estaciones por tecnología LED que consume una pequeña parte de lo que consumen las lámparas incandescentes o fluorescentes.
Por otra parte, ¿Estará al tanto el ministro que el soterramiento constituirá un desfalco energético sin precedentes de la línea? Porque soterrar no solo implica enterrar los trenes, necesita un conjunto de sistemas de apoyo que suman un consumo mucho mayor que el actual, desde iluminación las 24HS, hasta sistemas de ventilación, sistemas de inyección de aire, escaleras mecánicas, ascensores, etc.
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