sábado, 13 de febrero de 2016

SERVICIO CORTO DE LA PAMPA, HISTORIA Y NECESIDAD

Les compartimos este excelente artículo redactado y enviado por uno de nuestros seguidores, el Sr. Juan Picapalo. 

"EL CORTITO

Con motivo de la reciente suspensión de los servicios cortos entre Gral. Pico y Santa Rosa de los días sábados y su regreso los domingos - los cuales en realidad eran complementos de las corridas largas entre Once y Gral. Pico vía Catriló con material chino - el señor Vice Intendente piquense Osmar GARCÍA aludió a la necesidad de implementarse dos servicios semanales entre Realicó y Toay (Vía Gral. Pico/Catriló) lo cual motivó algunas consideraciones que inferían un cierto descreimiento de esa necesidad.-

Quizá la duda ha estado generada en que la suspensión de los citados servicios cortos acontecida el 13 de enero ppdo. obedeció a la falta de convocatoria de los mismos en razón a su horario extenso y poco acertado, al margen de haberse desprendido de sus trenes madre cancelados por inundación en la zona del Río Salado. Pero la demanda del señor García no es descabellada en absoluto. Más aún, reconoce un incontrastable y rico antecedente de más de cuarenta años de antigüedad.-

Para poder ser claro hay que referirse al año 1974, más precisamente al 11 de noviembre de ese año por ser el momento de entrada en vigencia del “Itinerario Nº2” en cuyo interior se graficaba la corrida de los servicios a los que nos dedicaremos. Para quienes este instrumento denominado “Itinerario” les resulta algo desconocido informamos que se trataba de una herramienta que se entregaba a los empleados para nuestro exclusivo manejo. En esta especie de guía figuraban las corridas de todos los trenes de larga distancia de la línea así como su composición y formaciones.-







En el año citado - aunque no de manera exclusiva y/o prescindente ya que anteriormente también existían y lo hicieron hasta mediados de 1976 – corrían dos servicios entre Realicó y Toay girando por General Pico y Catriló. Esas corridas eran los días lunes y viernes en hora temprana y sus regresos ocurrían de manera vespertina. Dichos trenes circulando Realicó a Toay llevaban el Nº 691 mientras que al retorno lo hacían como Nº692.-

La formación empleada para asegurar las corridas normalmente se componía de una locomotora General Motors tipo “EMD G12W” – la que en alguna oportunidad por causas de fuerza mayor fue suplantada por una hermana menor de maniobras tipo “GA8” – más un furgón de madera para encomiendas y un coche tipo “Clase Turista” (ex “2ª Clase”) de 103 asientos marca “Werkspoor”. Pese a haber sido solicitado formalmente jamás se pudo obtener un segundo coche para ampliar la capacidad de pasajeros transportados. Este particular hizo que entre los usuarios – y en definitiva entre los empleados mismos – se bautizara a este tren como “el cortito”.-



Una de las locomotoras tipo “G12W” como las asignadas al cortito


Las salidas y corridas de los trenes Nros. 691 y 692 se encontraban contempladas dentro del itinerario cuya tapa se exhibió más arriba. Siguen las páginas que aluden a esos trenes.-

Tren nº 691 al inicio de su recorrido días lunes y viernes.-


Su marcha hasta Catriló


Su continuidad hasta destino


Tren Nº 692 – regreso del 691 en mismos días - desde origen y hasta Catriló



Y su continuidad hasta Realicó.-



La principal característica de estas corridas era que actuaban como un tren regional asistiendo a todas las comarcas por las que circulaban. Así enlazaban el noreste provincial con la segunda ciudad pampeana en cuanto a cantidad de habitantes y la capital provincial, sede de los tres poderes republicanos.-

Los días para sus prestaciones no eran caprichosos, se consideraba el inicio y fin de la semana hábil para interconectar diferentes trámites que indefectiblemente se debían llevar a cabo por los ciudadanos pampeanos en la gobernación, en los tribunales y en la legislatura. A la par de otras actividades de índole particular, comercial y de organismos estatales y/o provinciales descentralizados.-

El nivel de ocupación era total, incluso hasta se puede decir que superaba el 100% en buena parte de su trayecto pues era habitual ver pasajeros viajando de pie al estar los únicos 103 asientos totalmente ocupados.-

Más allá del enlace con las ciudades mencionadas no eran pocos los viajeros que se trasladaban entre intermedias de ida, de vuelta o incluso en viaje redondo.-

Paralelamente el furgón de encomiendas realizaba dicho servicio a lo largo del recorrido, lo que significaba que una encomienda o un lote acelerado (“Lotes acelerados” = despachos mayores que una encomienda pero cuyas características no lo habilitaban a ser considerados como “carga”. Ejemplo: una heladera familiar o un lío de caños  [“Lío” = atado] para instalación de agua) llegaba a destino en el mismo día de su despacho.-




Coche tipo “Clase Turista” marca Werkspoor de origen holandés
similar al que corría en trenes 691/692
 (Foto tomada de Internet, crédito a disposición del autor)


Interior de coche tipo “Clase Turista” marca Werkspoor de origen holandés
similar al que corría en trenes 691/692
(Foto tomada de Internet, autor impreso en la misma)

Por su parte los días martes, jueves y domingo por la noche partía desde Once el tren Nº 109 con destino a Toay. El mismo - a diferencia de su similar Nº 161 que paraba en casi todas las intermedias hasta destino – circulaba como expreso observando servicio sólo en las principales estaciones, de este modo desde Catriló corría rápido hasta Santa Rosa sin detenerse en Lonquimay, La Gloria, Uriburu ni Anguil. Sin tratarse estrictamente de una “combinación” como lo fueron y son los servicios de Haedo a Temperley, de Merlo a Lobos o de Moreno a Mercedes respecto a los eléctricos locales, el “cortito” actuaba como un complemento del tren Nº 109 los lunes y viernes. De esa forma alguien que, habiendo partido de Once, deseaba alcanzar alguna de las intermedias mencionadas en las que su tren no se detenía, con sólo descender en Catriló y aguardar poco más de una hora podía llegar al destino deseado. Y encima sin la obligación de abonar el pasaje por el tramo que realizaba a bordo del cortito ya que el reglamento eximía de esa obligación a esos pasajeros originales de un servicio superior.-

A partir de esta breve reseña podrá apreciarse la utilidad que significaba contar con los servicios aquí descriptos, los que eran aún de mayor utilidad que lo que recientemente fue suspendido en razón a que la  implementación en lunes y viernes era mucho más lógica que una corrida en sentido Gral. Pico/Santa Rosa los sábados y su regreso los domingos.-

En adición al anterior párrafo, y para comprobar lo poco acertado de su diagramación, el pésimo estado de las vías entre Catriló y Santa Rosa hacía que las más recientes corridas obligaran a dispensar casi cuatro horas en trayecto arribando a la capital pampeana luego del mediodía de un día sábado donde la modorra del fin de semana ya dio cuenta de cualquier tipo de actividad. Por su lado el retorno dominical era en hora temprana de la tarde. A partir de allí, aunque económicamente no fuese favorable, las dos horas y algunos minutos de los servicios en transporte automotor para mismos origen y destino, persuaden a cualquiera de asumir el gasto en pos de una prestación mejor.-
Pero de entenderse que existe una voluntad política de recuperar estos servicios ferroviarios resulta primordial renovar totalmente el tendido entre Catriló y Santa Rosa ya que su estado es deplorable, las velocidades máximas autorizadas pocas veces superan los 25 km/h. Paralelamente el estado de vía aludido tampoco soporta el tonelaje de las locomotoras chinas notoriamente más pesadas que las que se empleaban hasta su llegada. De procederse en consecuencia se podría reimplantar el servicio entre Once y Toay de manera directa con un desprendimiento en Catriló hacia General Pico y Realicó, pero mientras no se asuman estas condiciones nada resultará viable…

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